Ya hemos hablado muchas veces de qué hace que un juego enganche. Uno de esos elementos es la satisfacción que te produce el Fiero. ¿Quieres saber lo que es y cómo se aplica en el diseño de juego y en la gamificación? ¡Sigue leyendo!

¿Qué es el Fiero?

¿Cómo te has sentido después de conseguir alcanzar un objetivo que ha supuesto todo un reto? ¿Cómo te has sentido después de superar esa tarea que parecía imposible? Esa celebración interior, ese titánico sentimiento de satisfacción se llama Fiero. Y aunque puede ocurrir en la vida real, como aprobar ese examen que creías imposible de aprobar, los juegos son especialistas en recrear ese Fiero, como cuando superas ese nivel del Candy Crush con el que llevabas 2 semanas atascado y lo has conseguido en el último momento cuando solo te quedaba una vida.

Fiero es una palabra italiana que significa “orgullo”, y aunque la palabra sea italiana, la forma en la que reaccionamos ante el fiero es bastante universal. La forma en la que gritamos o nos llevamos las manos a la cabeza es algo común a muchos países. Y lo que también es universal es el chute de dopamina que el fiero genera en nuestro cerebro. Y es que el fiero puede ser muy adictivo.

Pero hay una combinación más adictiva que el propio Fiero: El Fiero con el Flow. Ya hemos hablado del Flow en alguna ocasión, pero os refresco la memoria. El flow es un fenómeno en el que perdemos la noción del espacio-tiempo porque estamos tan inmersos en una tarea satisfactoria que olvidamos todo lo demás. El flow explica eso de “cuando te diviertes, el tiempo pasa volando”. La combinación de inmersión total (flow) con los altibajos del Fiero (porque el fiero existe si pierdes de vez en cuando, si la tarea es sencilla la recompensa no es tan grande), genera una montaña rusa emocional que nos engancha.

Por este motivo es importante que conforme un jugador avance en el juego, este presente cada vez mayor dificultad. Que la dificultad del juego crezca junto a las habilidades del jugador hará que el juego siempre presente un reto. Es decir, que el juego siempre te de la posibilidad de experimentar Fiero.

¿Y cuando diseñe, diseño para el fiero o para el flow?

Pues para ambos. El fiero proviene de retos muy complicados y duros, pero si todo el juego está compuesto por retos complicados y duros, jugar va a ser un infierno. Los expertos recomiendan un balance de 75% flow (suficientemente fácil para llevarlo a cabo, pero suficientemente duro para que te suponga algo de esfuerzo) y 25% de Fiero (reto muy difícil). De hecho, si pensamos en videojuegos tradicionales como Super Mario, encontramos una estructura similar, donde los niveles normales presentan una dificultad moderada, pero el nivel final (un monstruo final o jefe final) es un reto más complicado. Después el nivel posterior a ese jefe suele ser otro nivel normal con dificultad moderada.

Fiero, gamificación y educación

Y de esta última conclusión podemos llevarnos un aprendizaje para trasladarlo a otros ámbitos. Como la educación. Los diseñadores de videojuegos siempre han dicho que el juego perfecto sería aquel que siempre tuviera algo nuevo que enseñarte (de ahí el éxito histórico del ajedrez). Pero es que ese “juego” podría ser la educación. A veces la forma más eficiente de educar no son las más divertidas, y ahí la gamificación puede hacer magia

No todos los juegos son sencillos. De hecho, muchos juegos son muy difíciles y requieren mucha práctica, y ese sobresfuerzo es lo que lo hace divertido (el hard fun, que es como se denomina a esta diversión al hacer algo complicado). Los juegos están diseñados para que se divertido e interesante aprender el “lore” de un mundo fantástico y saber todos los reyes que ha tenido ese reino. Están diseñados para que sea interesante aprender combinaciones químicas que te dan poderes en batallas. Están diseñados para que te compense invertir horas y horas desarrollando habilidades que al final del día van a ser totalmente inútiles en la vida real. Con la gamificación podemos llevar esa emoción y ese interés al ámbito educativo, a que aprendan datos historicos reales, que se preocupen por su crecimiento al igual que se preocupen por subir de nivel sus personajes de ficción.. A que los alumnos se hagan adictos al Fiero y a la sensación de superación. Podéis aprender más sobre el Fiero y los estudiantes aquí.

Si os ha parecido interesante y queréis aprender más sobre gamificación y cómo ponerla en práctica en la educación (o en otros ámbitos), podéis hacer mi curso de gamificación online. ¡Ahora con descuento!