Dicen que las grandes herramientas se pueden utilizar tanto para hacer el bien como para hacer el mal. Porque como dijo el tío de Spiderman: un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Y aquí tenemos la prueba de que la gamificación puede ser una de estas grandes herramientas. Algunas plataformas, como Facebook o Instagram, utilizan mecánicas de gamificación para que nos pasemos horas y horas enganchados a sus servicios, o al menos para que nos entren ganas de volver cada 15 minutos. No hace falta que explique ahora el gran problema que nuestra sociedad tiene con la dependecia tecnológica. Pero la gamificación también puede ser una gran aliada para combatir esa dependencia tecnológica. ¿Cómo puede ayudarnos la gamificación en la búsqueda del minimalismo digital?

¿Qué es el minimalismo digital?

Antes de meternos en materia, vamos a repasar un poquito algunos conceptos. ¿Qué es el minimalismo digital? Os lo voy a explicar con una anécdota.

Esta escena ha sido muy habitual durante mi confinamiento: Tras hacer una rutina de ejercicio en casa y ofrecer a mis vecinos un espectáculo visual bochornoso, me dispongo a poner en youtube el vídeo “abdominales de revista con tan solo 10 minutos al día” para terminar mi entrenamiento por todo lo alto. Pero antes de poner el vídeo me dejo llevar por alguna de las recomendaciones del portal de vídeos, ¡y es que Ariana Grande ha sacado un nuevo videoclip! ¡Y con Lady Gaga! ¿Cómo no voy a verlo? Por supuesto twitteo sobre el vídeo que acabo de ver, porque es bien sabido que si en Twitter no das tu opinión de todo, te borran la cuenta.

Además, ya puestos pues aprovecho para responder los mensajes de whatsapp que me han llegado mientras entrenaba… y cuando me doy cuenta ha pasado UNA HORA. A la porra mis planes. Por supuesto, mucho más preocupante es cuando ocurre mientras trabajas. Al fin y al cabo, aquí la única consecuencia es que jamás voy a tener esos abdominales, que siendo honestos, nunca los iba a tener.

Cada uno tendrá su propia versión de esta historia, pero seguro que todos llegamos a la misma conclusión: ¿Hasta qué punto las interrupciones digitales están evitando que cumplamos nuestros objetivos? ¿Hasta qué punto una tecnología que venía a hacernos la vida más fácil, está lastrándonos?

Y de estas reflexiones nace el movimiento del minimalismo digital. No se trata de odiar a la tecnología, se trata de utilizar solo aquella tecnología que te aporte valor, y utilizarla de forma que realmente te aporte valor, eliminando así todo uso de la tecnología que te roba tiempo y energía. También los datos nos deberían hace reflexionar.  Tanya Goodin, en el libro “Off, desintoxicación digital”, menciona que pasamos entre pantallas (en escritorio y en móviles) unas 2617 veces al día, que consumimos 5 veces más información ahora que en 1869, y que consumimos un 40% más información que hace tan solo 7 años.

Algunos consejos para aplicar el minimalismo digital:

• Elimina todas las apps sociales de tu teléfono, e intenta estar dos semanas sin ellas. A las dos semanas instala solo aquellas que realmente te aportaban valor.
• Sustituye las redes sociales o las webs de noticias / actualidad por newsletters y boletines.
• Establece horarios para consultar webs o redes, y utiliza herramientas que automáticamente bloqueen el acceso fuera de esos horarios. Por ejemplo, leer las noticias solo 15 minutos durante la mañana.
• Esconde los iconos de las apps que más tiempo te roban en lo más profundo de tu teléfono.
• Y el último consejo: ¿Utiliza la gamificación a tu favor?

¿Y la gamificación puede ayudarnos a alcanzar el minimalismo digital?

Puede sonar muy paradójico. Puede sonar muy raro que añadamos una tecnología digital extra a nuestras rutinas cuando en realidad nuestro objetivo es eliminar tecnologías digitales en nuestras rutinas. Pero no es tan extraño. El minimalismo digital consiste en quernos solo con aquella tecnología que aporte, si conseguimos que la gamificación nos aporte (aunque sea una aportación que frena el uso de las tecnologías que no aportan), su utilidad será suficiente para añadir esta gamificación en nuestra “dieta digital”.

Vamos a ver algunos ejemplos.

D-TOX, la lámpara inteligente con gamificación para dormir mejor.

Quizá uno de los momentos donde más utilizamos nuestro Smartphone sin que nos aporte demasiado valor es antes de acostarnos. Podemos pasarnos minutos y minutos en ese scroll infinito del feed de Instagram hasta que se nos empecen a cerrar los ojos. Esto es preocupante, ya que hay numerosos estudios explicando que el uso de móviles antes de acostarnos puede acarrear problemas de vista o trastornos del sueño.

Este estudio analizó los hábitos nocturnos de un grupo de adolescentes antes de acostarse. A la pregunta “usas su teléfono antes de acostarte?” un 87,2% afirmó que sí, mientras que un 12,8% dijo que no. De hecho, ni si quiera existe una razón de peso para utilizar el móvil en este periodo. La principal razón que marcaron los encuestados fue simplemente “aburrimiento”.

Ante este panorama se realizó un experimento con una lámpara inteligente. D-TOX es una lámpara con forma de criatura fantástica que cambia de color según el uso que le demos al teléfono.

Si estamos en la cama y estamos usando el teléfono más de tres minutos, la lámpara se pone de color rojo. Al dejar el móvil la lámpara cambia a verde por unos segundos (refuerzo positivo), para pasar al amarillo (estado neutro). A los 10 minutos la lámpara se apaga para que podamos dormir mejor.

Pero la lámpara no viene sola. La app para gestionar la lámpara también incluye elementos de juego, como retos, medallas, recompensas virtuales, objetivos, niveles y rankings.

El experimento fue un éxito. En las primeras pruebas, el 70% de los adolescentes mejoró sus hábitos nocturnos gracias al sistema de feedback y las mecánicas de juego.

Podéis saber más sobre este estudio de gamificación aquí.

Forest: Gamificación para reducir las interrupciones laborales

El funcionamiento de Forest es muy sencillo. Plantas una semillita digital, y ves en tiempo real como tu árbol virtual crece hasta convertirse en un árbol grande y hermoso en unos 30 minutos. ¿En qué momento dejará de crecer tu árbol? Cuando entres en una web que interrumpa tu productividad. Twitter, Instagram, un portal de noticias… en ese momento recibes un mensaje de Forest diciéndote que si accedes a esa web a la que estás intentando entrar, tu árbol en pleno crecimiento morirá. Suena cruel, pero funciona. Yo mismo estoy usando Forest mientras escribo este artículo para evitar entrar en Reddit o en Twitter.

Pero este juego no solo influye en tu productividad, también en el mundo real. Y es que la organización detrás de Forest planta árboles reales cada vez que los usuarios alcanzan una cantidad determinada de árboles virtuales.

Esta es una mecánica de gamificación muy poderosa, ya que la narrativa que nos presentan no se limita únicamente a nuestra productividad, sino además a una causa mucho mayor que nosotros mismos.

Forest se puede instalar en dispositivos móviles y en tu navegador web

Habitica: Gamificación para construir hábitos positivos como si estuvieras en un juego de rol

Habitica no está planteada exclusivamente para mejorar un hábito en concreto, sino que funciona como un lienzo donde podemos trabajar los hábitos que nosotros queramos.

Establecemos los hábitos positivos que queremos trabajar, o los negativos que queremos reducir (ellos ya nos ayudan con algunas sugerencias). Al introducir nuestros avances,  la herramienta nos recompensa con monedas virtuales o puntos de experiencia que servirán para subir de nivel a nuestro avatar, o comprarle equipamiento virtual.

Una de las partes más alucinantes de Habitica es su comunidad. Tiene incluso una wiki escrita por los fans y un reddit con más de 5000 personas intercambiando consejos

Tu propio sistema de gamificación

Como buen friki que soy, yo lo hago mucho. Me creo mis propios juegos con las temáticas y las mecánicas de que me interesan. Por ejemplo, un reality show donde lo que determinará si estoy nominado o no al final del día es mi desempeño en ese hábito que quiero fomentar.

Si queréis hacer vuestros propios sistemas de gamificación, o simplemente aprender a utilizar la gamificación para ti mismo o para los demás, podéis aprender con mi curso, ¡ahora con descuento!

Algunos lo llamarán “dieta digital”, otros “minimalismo digital”, otros preferirán “détox digital”. Pero el problema es evidente: algunos estamos teniendo problemas manteniendo a raya la tecnología. Pero también tenemos que tener claro que tenemos las herramientas apropiadas para retomar el control. Porque la tecnología tiene que trabajar por nosotros, no al contrario.