La gamificación no son (solo) puntos, medallas y rankings.

La gamificación no son (solo) puntos, medallas y rankings.

Os voy a contar una historia que me cabrea bastante porque representa bastante bien la imagen que tiene la gente sobre la gamificación, las medallas y los rankings . Hace unos días apareció en mi bandeja de entrada de email una propuesta de trabajo: darle forma a un sistema de gamificación ya planteado. Es algo que me ocurre muchas veces: una empresa o una agencia tiene una idea para un cliente o para sí mismos, plantean un juego de forma superficial, pero llega un punto donde necesitan ayuda para darle forma al juego. Es decir, necesitan ayuda para bajar a tierra las reglas al detalle, construir toda la economía interna, estudiar el balance de juego, las curvas de dificultad, etc.

Hasta aquí todo bien. Este tipo de trabajos no son mis favoritos (me pierdo la parte creativa) pero disfruto de la parte matemática y lógica del diseño de juego. ¿Qué fue lo que me cabreó? Que se trataba de una empresa importante (no diré nombres, pero estamos hablando de una empresa del IBEX) planteando lo que se conoce como un PBL. Es decir, un juego que se basa únicamente en puntos (Points), medallas (Badges) y rankings (Leaderboards). En el momento en el que estoy escribiendo esto estamos prácticamente despidiendo el 2019 y entrando en el 2020, y todavía hay “entendidos” que creen que la gamificación es añadir puntos, medallas y rankings a acciones.


¿Qué es exactamente un PBL en gamificación?

gamificacion y pbl

Quizá ya lo habréis entendido por el contexto, pero voy a daros más detalles. Seguro que os habéis encontrado con algo similar en algún momento de vuestras vidas. Yo por desgracia me lo encuentro demasiadas veces.

PBL hace referencia a siglas en inglés de Points, Badges and Leaderboards, es decir Puntos, Medallas y Rankings. Se trata de un juego muy simple (que no sencillo, decir que es sencillo sería un alago) que aplica puntos, medallas y rankings y que suelen funcionar así:

  • Por hacer una acción me dan puntos (estamos hablando de acciones poco atractivas. De hecho, cuanto menos atractivas o cuanto más esfuerzo requiera hacer esta acción poco atractiva, más puntos te dan).
  • Si hago alguna de esas acciones repetidas veces me dan una medalla.
  • Los puntos me posicionan en un ranking en el que compito con otros jugadores.

Y ya está. Este es el juego. ¿Es divertido? No. ¿Funciona? Tampoco. Bueno a veces sí, es que hoy me habéis pillado muy hater. Luego comentaré en que situaciones sí es recomendable un PBL.


¿Y cuál es el problema del PBL?

Problema 1 del PBL en gamificación : La diversión

gamificacion y pbl

Los PBL suponen tantos problemas que no sé ni por dónde empezar. Empezaré planteando las siguientes preguntas. ¿Por qué nos gusta jugar al Super Mario? ¿O al Candy Crush? ¿O al Monopoly? ¿O al juego de la Oca? ¿O a ese juego que te ha mantenido enganchado durante horas, sea el juego que sea? Habrá mil motivos por los que te gusta jugar, pero puedo asegurarte de que los puntos, las medallas y los rankings no son ninguno de esos motivos.

Los puntos, las medallas y los rankings son elementos útiles para seducir a un usuario, pero tanto la gamificación como los juegos son muchísimo más que eso: ¿Dónde están las historias? ¿La sensación de progreso y de mejorar nuestras habilidades? ¿La satisfacción de superar retos reales de los que sentirse orgulloso? ¿El sentimiento de que estás aportando a una causa mayor? Los juegos son muchísimo más que lo que plantean los PBL.

Problema 2 del PBL en gamificación: El tiempo de juego

Más problemas: El tiempo de juego. Vamos a ponernos en la piel de nuestro usuario. ¿En serio crees que poniendo puntitos, medallitas y rankings vamos a tener enganchados a los usuarios durante semanas? Ya no digo meses. Lo más probable es que se aburran a las dos semanas. Cuanto más tiempo dure un juego, más elementos y complejidad debemos ir introduciendo de forma paulatina, y los puntos, medallas y rankings no nos dan demasiada versatilidad para darle continuidad a un juego sin que resulte aburrido y monótono.

Problema 3 del PBL en gamificación: No ataca a la motivación intrínseca

Otro problema de los PBL en gamificación es el tipo de motivación que despierta en los usuarios. Existen dos tipos de motivación. Por un lado, la motivación extrínseca (no nos motiva la acción en sí, sino una recompensa externa, como trabajar a cambio de un sueldo. Tu trabajas por el sueldo, no porque el trabajo ya sea una recompensa como tal). Por otro lado, la motivación intrínseca (el simple hecho de realizar la acción ya es una recompensa de por sí. Como la gente que disfruta jugando a fútbol. El propio partido ya es satisfactorio).

El problema de los PBL es que atacan a la motivación extrínseca, no a la intrínseca. Los usuarios se convierten en mercenarios de la recompensa hasta que se cansan de esa recompensa (algo que ocurre muy pronto) y puede hacernos creer que estamos consiguiendo objetivos cuando en realidad no. Voy a poner algunos ejemplos. Si usamos un PBL para mejorar la cultura empresarial, los empleados no estarán haciendo acciones porque les encanta nuestra cultura empresarial, sino por las recompensas. Si usamos un PBL para mejorar el engagement con nuestra marca, los clientes no estarán haciendo las acciones porque adoren nuestra marca, sino por la recompensa.

Mucho ojo, esto puede ser múy útil para enganchar al usuario al inicio del juego, y una vez los tengamos enganchados gracias a la recompensa extrínseca utilizar otras técnicas para acabar atacando a la motivación intrínseca. Pero no podemos depender únicamente del PBL. Si nuestro objetivo es crear un engagement real con el usuario, el PBL se queda cojo.

Problema 4 del PBL en gamificación: La mala imagen

gamificacion y pbl

Y por último, otro problema de los PBL es el daño que hace a la gamificación como metodología. Porque mucha gente acaba pensando que toda la gamificación se reduce únicamente a puntos, medallas y rankings. Por lo tanto, cuando ven que esto no funciona, ya creen que toda la gamificación es inútil. Y de verdad os digo que esto es una gran pérdida para el mundo. La gamificación puede ser la clave para solucionar la desmotivación en el trabajo, el bajo rendimiento en las aulas o para hacer que la población leve estilos de vida más saludables. Y la mala praxis de los que quieren subirse al carro de la gamificación sin los conocimientos apropiados está acabando con esta posibilidad.

Para poneros ejemplos, aquí tenéis cosas que he podido cumplir con la gamificación. Pongo ejemplos míos, que siempre nos vamos a los ejemplos americanos cuando aquí en España tenemos muchos casos de éxito:

Gamificación social: Con la ONG Jovesolides conseguimos crear un juego de mesa para crear ideas innovadoras de caracter social. A través de elementos de azar y cartas, los usuarios tenían que estrujarse los sesos para proponer ideas innovadoras con los requisitos aleatorios que se generaban. El juego se provó en el III Foro Internacional de Innovación Social y consiguió que 300 personas crearan 46 ideas innovadoras para proyectos sociales.

gamificacion social factor 5

Gamificación en la formación: ¿Os suena el juego Candy Crush? Desde Prisma adaptamos el formato del juego cambiando los minujuegos de caramelos por minijuegos formativos. El resultado fue espectacular. Los empleados estaban tan entusiasmados con el juego, que en tan solo un mes se alcanzó el 75% de los objetivos formativos de todo un año. Las formaciones se cumplieron en tiempo record y los empleados se involucraron en su formación. ¡Había gente jugando a las 4 de la mañana!

Gamificación en la formación.

Gamificación para evaluar y trabajar competencias: A través de un juego de coleccionar cromos, los empleados evaluan y mejoran las competencias necesarias para desempeñar de forma excelente su trabajo. De esta forma son los propios empleados los que por voluntad propia quieren mejorar sus habilidades.

zeppelean. gamificación para evaluar competencias

¿Cuándo deberíamos usar un PBL sin más en gamificación?

Respuesta corta: Nunca.

Respuesta larga: Nunca. A no ser que el juego que estamos planteando vaya a durar muy poco tiempo. Y cuando digo poco tiempo me refiero a unas horas, o dos días como máximo. Un evento, por ejemplo. Y aun así, si le echamos un poquito de creatividad, seguro que se nos ocurre un juego más original y divertido que un PBL. Porque el problema de normal es ese, que es más sencillo replicar lo que ya se ha hecho millones de veces que sentarse y pensar durante un par de horas un juego original que seduzca a nuestro público. 

Otro escenario posible donde un PBL sería aceptable, es en un escenario donde el usuario vaya a interactuar durante un periodo largo en el tiempo, pero muy pocas veces, de forma ocasional. Por ejemplo, un ecommerce. Un PBL puede ayudar a fidelizar a nuestros clientes si estos puntos otorgan alguna ventaja, como ocurre con Aliexpress. Pero siendo realistas sabemos que estos clientes no van a comprar todos los días. Quizá dedican 20 minutos al mes o cada dos meses a visitar nuestra tienda online. En este caso al tratarse de una actividad tan ocasional el usuario tardará más tiempo en quemar y agotar el “juego”.

Pero mucho ojo con auto-engañarnos. Como hemos dicho antes, esta persona no la habremos fidelizado porque gracias al juego ahora cree que nuestra tienda mola más. No seremos la nueva Apple de repente. Será fiel a nosotros por la recompensa extrínseca, por el premio, por la ventaja, no porque el juego ha hecho que desarrolle amor hacia nuestra marca.


¿Qué alternativas tenemos al PBL en gamificación?

gamificacion y pbl

Ya sea para una experiencia gamificada corta o larga, la mejor alternativa que tenemos a estos sistemas es la combinación de creatividad y el conocimiento de nuestro público o usuarios.

Intenta averiguar lo máximo posible de los jugadores. ¿Cuáles son sus juegos favoritos? ¿Qué apps utilizan? ¿Por qué no quieren llevar a cabo las acciones que queremos fomentar? ¿Qué les motiva a hacer otro tipo de acciones? ¿Podemos trasladar esas motivaciones a esas acciones que queremos fomentar de alguna manera? Y meter toda esa información en una coctelera creativa y crear una solución original y única para nuestro problema y nuestro público.

Y por supuesto ser conscientes del tiempo que va a durar nuestro juego. Cuanto más tiempo vaya a durar, más contenido o mecánicas de juego vamos a tener que crear para no quemar el juego demasiado pronto.

¿Tardaremos mucho más en crear una solución gamificada? Sí, pero el resultado valdrá la pena. Y si necesitas ayuda, siempre puedes contar con Prisma (mi empresa. Como es mi blog pues hago auto-promo), o hacer un curso de gamificación para profundizar en el tema (de nuevo, aquí tenéis mi curso y con un 20% de descuento. De nuevo, mi blog mi auto-promo).


En conclusión

¿Eres una persona que tiene que diseñar un sistema de gamificación y no tiene más idea de los 4 artículos que se ha leído donde se afirma que la gamificación consiste en “sacar el niño que llevamos dentro” y chorradas similares? POR FAVOR, PARA. Profundiza un poco más en el tema y crea un buen sistema de gamificación. No es necesario ser un ingeniero de la NASA para aplicar gamificación. Pero ya no estamos en el 2012, ya no estamos experimentando y repitiendo hasta la saciedad los experimentos de los demás. Tenemos que ponernos a gamificar de verdad.

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